Saludos a la gran familia del Liceo Matovelle.
El camino institucional de nuestro Liceo ofrece siempre retos y desafíos que implica el compromiso de todos para superarlos y conquistarlos.
Los retos normalmente están asociados a dificultades por resolver o a obstáculos por sobrepasar, en este sentido, unos de los principales retos que tienen las personas es el cambio de mentalidad debido a que normalmente se sitúan en una con las siguientes características: pasiva, local, reservada, poco creativa, estática, tradicional y acomodada; esto es todo lo contrario a la mentalidad matovellana, abierta, dispuesta al cambio, disruptiva, dinámica, ágil y en constante búsqueda de nuevos sentidos y horizontes; tal fue la forma de ser, de pensar y actuar del Venerable Padre Matovelle que, produjo transformaciones a nivel personal y contextual; esto es precisamente el reto que les espera a los matovellanos en este nuevo año, miradas nuevas más allá de sus propias fronteras, hambre de superación integral, la transición de la crítica a proposiciones y soluciones inteligentes, el éxodo a escenarios de innovación lo cual supone sacrificios múltiples además de los económicos.
Ahora bien, ¿qué decir de los desafíos? Son metas, propósitos, objetivos y sueños por alcanzar y conquistar, en este sentido entre los desafíos del Liceo se encuentran: movilizar a cada persona de la utopía a la eutopía a través de procesos de mejora e innovación que supone como se dijo antes un cambio de mentalidad; la incorporación de metodologías disruptivas en la educación que sugiere la adaptación al cambio; por otra parte, el desafío de educar para la felicidad desde la emocionalidad, para este propósito el Proyecto Happy será el camino; la formación de personas compasivas que reconocen a los otros como humanos a quienes no pueden gritar y tratar mal solo por impulsos viscerales; lo mencionado son los desafíos que plantea el Liceo para estudiantes, padres de familia, personal de apoyo, docentes y directivos; desde luego esto tiene una raíz, un origen y es exactamente el principio oblato en la educación formulado por el Padre Matovelle: “Conócete a ti mismo”, a la postre quien no se conoce a sí mismo, no puede conocer al otro, de aquí su trato sin compasión y humanidad.
Puestos en marcha hacia estos propósitos cada uno evalúe subirse o no en este tren que no tiene freno, pues el progreso le espera, significado en la incorporación de un nuevo idioma, el portugués, dos aulas nuevas de contención emocional, la contratación de una psicopedagoga que animará el Proyecto Happy junto con las dos sicólogas que ya tenemos, la sala de sistemas de última generación, la consecución de la tercera estrella de EFQM en Bruselas (European Foundation for Quality Management) y por supuesto la educación en valores que nos hace significativos por el respeto y la consideración por el otro en cualquier parte del planeta.
Que sean los Corazones Santísimos de Jesús y María quienes guíen esta historia transformacional con la fuerza del Ob Amorem Dei.
P. Ernesto, o.cc.ss.