Una de las primeras palabras que ha de brotar del corazón al comienzo de 2023 es GRACIAS, esta lleva consigo la fuerza de los mejores sentimientos, encierra la bondad del alma que reconoce las bendiciones recibidas de Dios a lo largo de 2022, es un concepto convertido en vida, diría el P. Matovelle, “del cual nadie puede excusarse”; en este sentido, decir gracias, no es otra cosa sino caer en la cuenta de que todo aquello que acontece en la existencia incluyendo las dificultades, son detalles frente a los cuales el ser humano debe mostrar gratitud.
Sea el momento entonces de decir gracias por las personas que viven o trabajan a su lado, gracias por los 365 días ya pasados, gracias por lo alcanzado y gracias por los nuevos retos que hay que conquistar, gracias por las alegrías y los triunfos, gracias por los dolores y sufrimientos, ellos fortalecen el carácter, gracias Señor, como dice el cántico de laudes, por “tu mensaje de amor que me das en cada flor”, “gracias Señor por la espina que encontraré en el sendero”, “gracias Señor por esta camino donde caigo y me levanto”, “gracias Señor porque haces aparecer tus flores a mis abejas tan sedientas de beber”, “gracias Señor por este dulce dormir”, en fin, se trata de despertar al comienzo de este año una cierta sensibilidad por ser mejores seres humanos, mejores padres de familia, destacados profesores, profesionales con altos niveles de exigencia, excelentes estudiantes, en último término hombres y mujeres de esta gran familia matovellana que con un “gracias” en los labios manifiestan la grandeza de su corazón.
Pido a Dios que este 2023 sea para la comunidad del Liceo un tiempo de gran provecho y crecimiento integral bajo el amparo de los Corazones Santísimos de Jesús y María y la asistencia paternal del Venerable Padre Matovelle.
P. Ernesto, o.cc.ss.
Una de las primeras palabras que ha de brotar del corazón al comienzo de 2023 es GRACIAS, esta lleva consigo la fuerza de los mejores sentimientos, encierra la bondad del alma que reconoce las bendiciones recibidas de Dios a lo largo de 2022, es un concepto convertido en vida, diría el P. Matovelle, “del cual nadie puede excusarse”; en este sentido, decir gracias, no es otra cosa sino caer en la cuenta de que todo aquello que acontece en la existencia incluyendo las dificultades, son detalles frente a los cuales el ser humano debe mostrar gratitud.
Sea el momento entonces de decir gracias por las personas que viven o trabajan a su lado, gracias por los 365 días ya pasados, gracias por lo alcanzado y gracias por los nuevos retos que hay que conquistar, gracias por las alegrías y los triunfos, gracias por los dolores y sufrimientos, ellos fortalecen el carácter, gracias Señor, como dice el cántico de laudes, por “tu mensaje de amor que me das en cada flor”, “gracias Señor por la espina que encontraré en el sendero”, “gracias Señor por esta camino donde caigo y me levanto”, “gracias Señor porque haces aparecer tus flores a mis abejas tan sedientas de beber”, “gracias Señor por este dulce dormir”, en fin, se trata de despertar al comienzo de este año una cierta sensibilidad por ser mejores seres humanos, mejores padres de familia, destacados profesores, profesionales con altos niveles de exigencia, excelentes estudiantes, en último término hombres y mujeres de esta gran familia matovellana que con un “gracias” en los labios manifiestan la grandeza de su corazón.
Pido a Dios que este 2023 sea para la comunidad del Liceo un tiempo de gran provecho y crecimiento integral bajo el amparo de los Corazones Santísimos de Jesús y María y la asistencia paternal del Venerable Padre Matovelle.
P. Ernesto, o.cc.ss.