Sumergidos como estamos en el mundo del movimiento, el Liceo abre este espacio para padres de familia y estudiantes con el ánimo de permitir el encuentro con sí mismos y por supuesto con Dios. Este tipo de actividades no generan dinero pero si descanso para el alma.
En virtud de lo anterior los invitamos a abrir un espacio para la formación espiritual, usualmente mediante convocatoria con al menos 15 días de anticipación invitamos a Padres de familia y a estudiantes a vivir esta experiencia con Dios en el silencio de nuestro corazón.
La raíz, la semilla de todas las virtudes es el amor a Dios; todas las demás no son sino medios para alcanzarlo o formas de su actividad. (P. Matovelle)